El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó junto con el gobernador de Durango, Esteban Villegas, el acuerdo para la construcción de la Planta Potabilizadora en la ciudad capital.

Germán Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua, destacó que el costo estimado de todo el proyecto es de mil 150 millones de pesos.

Puntualizo que los habitantes reciben agua de fuentes subterráneas que contienen altos niveles de flúor y arsénicos por arriba de la norma, lo que causa importantes afectaciones a la salud de las familias,

“Para erradicar este problema de manera definitiva el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con el gobernador del estado de Durango, firmamos hoy un acuerdo de colaboración mediante el cual se establecen los lineamientos, actividades y recursos necesarios entre los dos órdenes de gobierno para construir la planta potabilizadora Durango con la calidad necesaria y se construirá en el menor tiempo posible atendiendo inmediatamente las necesidades de agua potable de la población”

Detalló que la planta recibirá las aguas almacenadas de la Presa Guadalupe Victoria que es de buena calidad, por lo que solo requerirá de un proceso de tratamiento o potabilización convencionales y tendrá una capacidad hasta mil 100 litros por segundo en beneficio de 600 mil habitantes de la capital.

Además, contara con dos módulos de 550 litros por segundo cada uno, incluye, una obra de toma en la presa Guadalupe Victoria, una planta de bombeo, un acueducto de 10.4 kilómetros de líneas a presión y se concluirán las líneas de gravedad.

“El costo estimado de todo el proyecto es de mil 150 millones de pesos, el gobierno, los técnicos del estado de Durango ya cuentan con la ingeniera básica de la planta, que fue elaborada por la Comisión de Agua del estado de Durango, así como los proyectos de la obra de toma, planta de bombeo y líneas de conducción, los cuales están coordinadamente dando los toques finales o los lineamientos finales para ser construido”, dijo Martínez Santoyo.

El funcionario federal sostuvo que el objetivo es iniciar las obras durante la primera quincena de marzo y concluirla en seis meses, para dar solución lo más pronto posible a un problema añejo de salud pública.