Los hechos ocurrieron en la comunidad de Obregón Nuevo en la ribera del Río Hondo, Quintana Roo; alrededor de las 23:00 horas del sábado, cuando por medio de las operadoras del número de emergencias 911 se informó sobre detonaciones de arma de fuego, como referencia cerca de los cañales.

A su llegada, elementos de la Policía Quintana Roo y la Guardia Nacional se entrevistaron con Teresa de Jesús ‘N’, de 43 años, quien dijo que descansaba cuando escuchó que su perro de raza criolla, color negro, ladraba y de repente escuchó un disparo de arma de fuego y después su fiel amigo comenzó a llorar y aullar como si hubiera sido lastimado.

Al salir a ver qué es lo que había ocurrido, se dio cuenta de que su vecino le había disparado y se retiraba a toda prisa, sin embargo, no se fijó del tipo de arma con la que atacó al animal.

Trascendió que el proyectil entró por la parte baja del costado derecho sin orificio de salida y habría afectado sus órganos internos. Cuando los policías lo revisaron se dieron cuenta que estaba vivo, pero minutos después el peludito dejó de respirar.