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Futbolista iraní es condenado a muerte por defender los derechos de las mujeres
El futbolista iraní, Amir Nasr-Azadani de 26 años, fue condenado a muerte por el gobierno de Irán luego de participar en las protestas que desde hace un mes de desarrollan en el país por la muerte de la joven Mahsa Amini, así como los derechos y libertades de la mujeres iraníes.
A través de sus redes sociales, se manifestó La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPro) para repudiar esta condena que no se hizo bajo el marco legal ni respetando las garantías procesales.
“FIFPro está conmocionado y asqueado por los informes de que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, escribió el organismo en Twitter.
Cabe destacar que Amir es acusado del delito “enemistad con Dios”, por lo que su castigo sería morir en la horca.
Asimismo, su familia fue amenazada por lo que les imposible solicitar ayuda de organismos internacionales.
El caso de Amir es uno más de los abusos que realiza el gobierno iraní, quien recientemente realizó la primera ejecución pública al segundo condenado por las protestas.
Irán ahorca en público a segundo condenado a muerte tras protestas
El gobierno de Irán vuelve a ser noticia por su crueldad al ejecutar en público a un joven de 23 años tras su participación en las protestas por la muerte de Mahsa Amini.
A Majid Reza Rahnavard, lo encerraron 23 días, para luego realizarle un juicio en el que no contó con garantías para su defensa, para condenarlo a morir en la ahorca, ejecución que se llevó a cabo en una grúa en plena calle en Mashad, a unos 900 kilómetros al este de Teherán.
Se trata de la primera ejecución pública de un detenido por las protestas, pues en el caso del primer manifestante, lo ejecutaron en la cárcel.
La razón por la que el gobierno determinó su culpabilidad, sería que se le acusaba de de haber matado a puñaladas a dos miembros de la milicia paramilitar Basij y bajo el cargo de “enemistad con Dios”, unas acusaciones de las cuales el gobierno no contaba con pruebas pero aún así lo declararon culpable.
Con información de Milenio